viernes, 4 de marzo de 2011

Geoffrey

     A él no le importa demasiado, le es casi indiferente lo que transmita mi mirada y poco le importa si estoy triste, enojada, confundida, feliz o loca. Para él no soy mas que una estufa viviente.
    Si, me mira a los ojos como si me reconociera un individuo, un ser humano, una mujer, que sé yo. Me mira así y yo me convenzo de que me reconoce, que esta a punto de llamarme por mi nombre, que me tiene un cariño infinito, que gracias. Pero lo mismo en diez minutes se levanta, me da la espalda y se va.
    Yo se lo perdono todo porque entiendo perfectamente que no hay tiempo para tonterías, comprendo que al fin y al cabo él tiene razón, es decir, un instinto perfecto que no necesita cambiar.
    Traidor de su misma especie y de otras mas salvajes él se deja mimar y engordar. Cualquiera diría que lo que necesita es ejercicio, correr por ahí en libertad, pero él encontró su libertad en ese sillón. Tal vez por haraganería o total oportunismo se resigno a los límites que le dieron estas paredes.
    Yo lo miro, a veces de reojo, otras veces de frente (a él lo mismo le da, le soy totalmente indiferente) y no puedo evitar envidiar esa paz mental, esa tranquilidad, esa lentitud con que todo lo hace.
    A pesar de todo yo estoy segura de que algo tiene que sentir, no puede ser que ande así sin sentir miedo, amor, y todas esas cosas. Me imagino que si, que lo hace, pero que lo disimula muy bien.
    Lo que si sé es que no le busca la quinta pata al gato porque sabe muy bien, sin saber que no sabe nada en absoluto lo sabe todo. Y allá va, de sillón a sillón, de árbol a árbol, exento de todo pecado y sin la necesidad de salvarse.

viernes, 7 de enero de 2011

Ay, ay, ay.

       Mientras el mundo se desparrama alli afuera, con todos sus colores y sonidos, rimas y armonias yo aqui adentro despelote absoluto al punto de la desesperacion.
       Otra vez queres escapar. Pero escapar de que guacha, si lo unico que hay sos vos y tu mente en constante desacuerdo con la cosa esa que palpita sin parar.
       Sali, si. Sali de ahi pero no escapes, no otra vez. Pensa en volver al final del dia despues de haber visto los arboles y haber metido todos esos pequenos tesoros que fuiste encontrando en la calle y los parques y los bosques en el bolsillo de la campera. Y cuando vuelvas (asegurate de volver, tontita) mete los tesoritos en la caja de carton (esa donde te llegaron los dos potes de dulce de leche Conaprole) y contalos, examinalos, dale nombres, ordenalos como quieras.
     Date tiempo y para-de-fumar-tanto, tonteria infinita, la garganta te duele y vos sabes por que y te importa tres carajos y dos pepinos.
     PELOTUDA con todas las letras y bien grandes, no seas tan dura contigo misma. Alguien te dijo que SE PUEDE VIVIR SIN PENSAR. Hacele caso, botija, hacele caso.
  

    Por que tenes que ser tan al reves? tan durazno con carozo por fuera y pulpa en el centro. Vos lo que tenes es miedo. Te convenciste y te convencieron (desde que empezaste a tener uso de razon, desde que te diste cuenta que esa cosa en el espejo que copiaba todos tus movimientos eras vos)  de que sos diferente, que jamas te explicarias si no te comportabas asi o asa y por mas que intentaste el fruto de la razon te condeno para siempre. Maldita sea la razon y laputaqueloremilpario.
   Te peleaste contigo misma todas esas veces y siempre terminaste en la misma: ''MANANA EMPIEZO TODO DE NUEVO!'' y asi te fuiste de aqui y te fuiste de alla y los mananas (al fin y al cabo) siempre terminaron por convertirse en ayeres.
    ''Pero por que no te venis a tomar unos mates?'' Porque me cago en los mates y demas yerbas. Yo lo que quiero es paz mental, carajo.
      Mija, para de buscar y deja que te encuentren que vos, asi como sos podes tambien ser un pequeno tesoro. Pfff, que burrada. Mejor anda, acostate a dormir y en una de esas sanseacabo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Caminante no hay camino

Cuanto tiempo ha pasado?
Pido disculpas por faltas de tildes, signos de exclamacion y pregunta y enies faltantes, se entiende.
Desde la ultima vez que escribi en este blog han pasado muchas cosas. Pfff.
Me mude a Hackney, en London, hice amigos y me emborrache y rei con ellos, trabaje en unos cuantos lugares y hasta me pagaron por caminar perros y cuidar gatos.
Un dia me pudri de London y decidi emprender un viaje.
Inspirada en la cancion de Maria Elena Walsh decidi ir un poquito caminando y otro poquitito a pie a Escocia... justo cuando comenzaba el otonio.
Asi, un martes, con novio a mi lado y guitarra al hombro, cargamos dos bolsos con ropa y carpa en un cochecito de bebes y empezamos a caminar.
Caminamos de dia y acampamos de noche en campos o en bosques no muy lejos de la carretera.
El cochecito se rompio luego de caminar unos 30 kms, un amigo nos rescato y nos llevo a Boston donde nos hicimos de otro cochecito, que en un camino lleno de piedras de 25km tambien termino por romperse.
  Esa vez tuvimos que hacer dedo para llegar a Whitby, donde buena gente nos esperaba contentos y con una deliciosa cena en la mesa.
  Y despues seguimos viaje con un carro de golf, pasamos unos dias en el bosque, donde muy cerca habia un galpon lleno de vacas que lloraban toda la noche... y todo el dia.
  Un amigo nos ofrecio, gentilmente, llevarnos hasta la frontera ya que el iria a Escocia en esos dias. Cuando bajamos del auto a las afueras de Berwick y empezamos a caminar hacia el ultimo pueblo antes de Escocia, el carro de golf se desplomo.
 Nos reimos...
  Y no tuvimos otra que seguir cargando los pesados bolsos. Llegamos al pueblo y escondimos los bolsos en unos arbustos para poder ir al centro y recorrer el historico pueblo amurallado. Llovia a gritos.
  Acampamos esa noche al costado del rio, escondidos en un pequenio bosque.
  Los amaneceres siempre eran buenos, sobre todo porque amaneci siempre viva.  Esa vez nos desperto el grito de las gaviotas, y el rio bajo un hermoso cielo amarillo y blanco y rojo y otros colores.
  Cargamos los bolsos nuevamente a la parada de omnibus y nos fuimos a cruzar la frontera. Tomamos el omnibus a Coldingham Bay.
  Uno de los sitios mas hermosos que he visto jamas, Escocia me recibio bien.
  Acampamos alli dos noches. No fue necesario esconderse, pues sus habitantes estan mas que acostumbrados a los visitantes asi que acampamos alli mismo, a la vera de un arroyito que desemboca en el mar, entre un par de colinas y el oceano.
  El dia que nos fuimos hicimos dedo hasta Dunbar, tenebroso lugar. Acampamos entre unos arboles cerca de una fabrica de cemento o algo de eso. La fabrica lo hacia todo volverse horrible y oloroso.
  Nos quedamos alli esa noche y decidimos irnos cuanto antes al dia siguiente, hicimos dedo anunciando Tranent, pero el observador de aves que nos levanto nos llevo amablemente a la puerta de nuestro destino.
  En Orminston no fuimos tan bien recibidos como pensabamos. Una familia de novio nos dejo quedarnos alli esa noche y nos invito a retirarnos y no molestarla al dia siguiente.
   Hacia mucho frio para acampar. Cargamos nuestros bolsos hasta medio camino de una antigua linea de tren, los escondimos entre unos arbustos y nos fuimos a buscar suerte a la Ciudad.
  Edinburgh es una ciudad linda, rodeada de verdes colinas, llena de estudiantes, turistas y gente joven.
  Terminamos gastando el poco dinero que nos quedaba en un hotel barato. Al dia siguiente, sin saber que hacer ya, pedimos ayuda a un centro para indigentes donde nos consiguieron un cuarto en un hostel para 'homeless' a las afueras de la ciudad.
   A la maniana siguiente fuimos a buscar los bolsos que habian quedado en los arbustos. El centro de indigentes nos habia ofrecido un lugar donde quedarnos por tres meses, otro hostal pero en la ciudad.
 Alli fuimos. El lugar era limpio, pero sus habitantes... se entendera.
Nos quedamos alli dos semanas. A veces golpeaban la puerta pidiendo cucharas o valium, y el 'staff' hacia dos 'room checks' al dia. Sacando eso teniamos suficiente libertad y privacidad.
 Finalmente encotramos un cuarto barato no muy lejos de Edinburgh, en un pueblo no muy grande ni muy lindo pero rodeado de lugares muy hermosos, bosques y rios.
 El dia que nos mudamos empezo a nevar y no paro por dos semanas. Caminar en la nieve embola.
 Ahora estoy en busca de trabajo, queriendo ahorrar. Vamos a comprar una camioneta para seguir viaje en verano.
 Hasta entonces solo estare pensando en volver a la carretera, dulce e infinita libertad.



Saludos a todos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

También hay ríos metafísicos.




 Como escribí en otro de mis textos, (posts, llamalo como quieras) explicarme, explicar los abstractos pensamientos que invaden esta cabecita mía me resulta un trabajo pesado. Pero a veces no queda otra, porque así nomás la gente, no sé, ustedes quizá, no van a entender todo mi nonsenerío. 
  Esta vez vengo a explicar lo cortazariano que resulta todo lo que escribo. Tampoco me voy a halagar, porque nada que ver lo que escribo con la genialidad de Julio, nada, pero la similitud está y tiene su razón.
 La cuestión es la que sigue: no es que yo le plagie a él, es que él me plagia los pensamientos. Resulta que yo estoy pensando en una cosa, lo que sea, abro un libro de Jules y ¡zas! eso mismo que pensaba mas temprano o en el mismísimo momento en que abro el libro se encuentra impreso en la página 93, o 55, o 113 de la edición de Alfaguara o de Alianza Editorial. Por poner un ejemplo, un domingo me subo en el metro (subte, tube, underground, subway) y empiezo a sentir olor a menta o a pis, y dejá que pasen algunas palabras u oraciones que Polanco dice (¿era Polanco?) ''Este subte huele a menta'' u Oliveira piensa ''...lo único que me va salvando es el olor a pis de este chico''. O como la otra tarde que iba en un tren hasta la estación South Quay, abro Rayuela para empezar a leer el capítulo uno y ya en la segunda oración me choco de lleno con un arco que da a Quai de Conti. Cosas así.
  Y es que pasan todo el tiempo, y no puede ser, che. Como si fuera poco el tipo hablaba de esas casualidades tan a menudo como me suceden a mi con sus libros, como en las primeras lineas de 62/Modelo para armar en el que Juan abre un libro en cualquier página y justo el comensal gordo pide un castillo sangriento. Ese tipo de cosas.

 Y claro, yo no me quiero poner reiterativa o rompepelotas con el tema Cortázar, pero es que me sigue desde que leí ''La Isla al medidía'' aquel otoño hace seis años. Me sigue y me topo con un libro que no había leído antes y resulta que todo lo que dice o la mayoría de lo que dice es básicamente lo que yo pienso y creo.  Es como si, no sé, vieron que digo que no me sé explicar... entonces encuentro en la obra de Cortázar todos mis pensamientos explicados. Es maravilloso.

  Y tengo empiricamente comprobado que de cada libro de él que leo, salen de mi entre cuatro y seis textos legibles. Lo que es bueno, pero temo caer en el plagio.
 Así que ustedes, por favor, diganmé, seanmé sinceros y haganmeló saber si ven entre lo que escribo, demasiado, demasiado Cortázar...

lunes, 19 de octubre de 2009

Sticky Fingers - Rolling Stones (y otras cosas)


  Este metro huele, definitivamente, a menta, y solo por eso todo cobra sentido.
  Pero al final no me respondiste a mi pregunta, al menos no con palabras. Lo pude ver en tus ojos, la respuesta quiero decir. Después me dio miedo volver a preguntar porque, no sé, esas preguntas se hacen una vez, o al menos se espera un tiempo, unos días, unas semanas. Pero igual me hice una idea, ya sabés, todo eso de que los ojos son las ventanas del alma y demás cursilerías.
  En lo que a mi respecta, me gusta tener ese pase diario que me permite viajar en metros, trenes, buses, y demás medios de transporte público a cualquier rincón de Londres dentro de las cinco zonas, of course. A veces cuando estoy volviendo a ese sitio que no tengo otra que llamar hogar en la District Line me gusta hacer una corta parada en Earl's Court, salir, traspasar las puertas (bip) y ver la noche desde ese punto de la ciudad. Después vuelvo a bajar a la estación y vuelvo a las entrañas de ese dragón verde que viaja por el tiempo y el espacio con tanta naturalidad que me da envidia.
 Aunque sobre todo me da un poco de ansiedad, porque no sé, a menudo se detiene y las luces tintinean un poco y da miedo de que no vuelva a moverse. El dragón. Verde. Que hoy huele a menta y suena a Sticky Fingers, mind the gap, y la Waterloo & City Line no está en funcionamiento en ninguno de los sentidos, disculpe las molestias causadas.
  Me pregunto por qué te dio tanto miedo responder a la pregunta. Ya sé, no es facil, pero a la vez es simple y no se pierde demasiado. Conmigo no te tenés que preocupar, no me sorprende casi nada y lo comprendo casi todo. Además soy todo oídos. Aunque no entendí aquello que dijiste, ese lugar que mencionaste cuando te di ese post-it con un dibujito y te dije que era tu ticket para ir anywhere you want to go. Escuché, sí, pero no entendí. A veces no te entiendo y lo sabés. Es que hablás muy rápido y no estoy acostumbrada a tu idioma, sepa entender.
   Es curioso, pero este otro metro también huele a menta, ¿seré yo? No, no puede ser. Yo estuve en el parque comiendo mandarinas. Nada relacionado con menta. Tal vez desde que leí en algún sitio que un metro (subte para ser exacta, decía subte como le dicen los argentinos, yo le digo metro por costumbre, porque en Uruguay no hay y me acostumbré al término español) olía a menta y ahora me sigue a cada metro (subte, underground, tube) en los que viajo.
  Lo pasamos bien en el parque, ¿no? con caricias y besos y manos frías. El lago con patos y cisnes, (que probablemente sean gansos) el silencio de a ratos y we should get a place for when the winter comes, porque el frío nos va a aplastar (aunque si tenés razón, ahora sentimos frío porque recién empieza, que después nos vamos a acostumbrar y no va a ser para tanto ¿viste como te escucho?) y pronto empezará a oscurecer mas temprano. Pero a mi eso de hacer planes, no sé, mi inglesito de tapado azul, soy mala para los planes... y le robo las palabras a Tell  y te digo que ''Qué suerte que no te quiero demasiado, bonito, que suerte que soy libre, que te doy mi tiempo y todo lo que te gusta sin importarme demasiado...''
  Lo bueno de este metro es que me bajo en destino y que sigue oliendo a menta un poco mezclado con mandarina. Como me bajo en destino puedo soñar despierta a mis anchas, con lo que me gusta soñar despierta. Ahora mismo te cuento que sueño un poco con una taza de té. Estoy pensando en la taza mas grande que hay en la cocina, esa de corazones azules. Un té que naturalmente se va a ir enfriando antes de que lo termine, porque me voy a distraer como siempre lo hago. Con dos de azúcar, ya sabés. Dos. Y un poquito de leche.

domingo, 18 de octubre de 2009

Soy tan.

 
Te escribo desde tiempos distintos. A ver si me explico. A ver si me obligo a explicarme, porque esto de explicar se me da muy mal, (a veces pienso que mis pensamientos son tan abstractos, en mi mente, que es practicamente imposible ponerlos en palabras) pero lo intentaré.
    Yo ahora estoy aquí, en este tiempo y espacio, en Londres y afuera hace frío. La noche está hermosa y huele a comida china. Pero vos vas a leer esto y no sé, tal vez estés disfrutando de un caluroso día de verano, tal vez estés bebiendo un licuado de durazno o una taza de cocoa fría con dos de azúcar, o quizá tres.
   Desde este tiempo, entonces, te escribo porque no sé, porque es domingo y hoy caminé por King's Road con paso lento y la mirada en las páginas llenas de palabras de 62/ Modelo para armar. Y me dí de lleno contra sillas de los Cafés, si. Porque vi un pajarito muy lindo y simpático que cantaba como alegre posado en la rama de un árbol que está en un callejón que tiene un encanto que notecuento, que es como estar en un libro escrito en el siglo XIX y que habla de Londres una afternoon de principios de otoño. Porque tomé té en un Café, dos tazas, y con leche, como lo toman acá. Porque cuando me desperté comí pizza casera y después escuché un par de temas de Lou Reed. Porque más tarde me senté en otro Café y tomé más té mientras escribía pequeños pensamientos que surgían en mi mente en un post it.
  Y no sé bien por qué te escribo, quizá porque huele a comida casera y yo cometí el error de decir ''No, thank you, I've already eaten'' y ahora me tengo que distraer con algo, porque me va a dar un hambre bárbara y huele tan bien. O quizá por tanto Polanco, Calac, Juan, Celia, Hélène, Marrast, Nicole, que se escriben todo el tiempo, y se mandan cartas y muñecas y piedras de hule para tallar, y no sé, puede que esté adentro del libro y medio que me haya convetido en un personaje más, tal vez yo ahora sea el caracol Osvaldo del paredro, de uno de los paredros. Tal vez esté juntando corazones que laten en la plaza y que están llenos de hojas.
  Perdoná, de verdad, esto no debe tener ningún sentido para vos. Lo que pasa es que es domingo, y los domingos y el underground en el que volví a casa me ponen así, incoherente y tonta. A veces soy tan.

jueves, 15 de octubre de 2009

Retorno

  Oh, oh. ¿Qué pasó? ¿Volvimos? Oh. Un poco de tiempo libre esta tarde, dos horas metida en una cafetería, dos tés, dos cafés, todo de lo grande. Mucha energía, estoy electrica, café, café, café. Escribí una carta de diez páginas hasta que se me desarmó la mano, hasta que no me quedó mas plata para mas bebidas calientes, hasta que se me terminaron las ideas, hasta que la tinta empezó a palidecer, hasta que empecé a notar en las caras de los empleados que me querían echar -que ya está che, que ya estuviste dos horas acá metida, andate, cucha- hasta que mi vejiga empezó a pedir auxilio.
 Me sentí una adulta, una escritora, una intelectual se podría decir. Las palabras salían como moco aguado en la primera etapa del resfrío. Cuántas palabras,  cuantas ideas, cuanto café y té y cucharita revolviendo, tin, tin, tin.
 Que bien se siente volver a escribir, en un papel con renglones, en uno sin, en servilletas, en la pared, en viejos tickets de cafés ya bebidos, en el blog, en la mano, en la mente...
 Que alivio, que hombros flojos, que mente liberada. Que lindo aire, que lindo cielo sin nubes, que lindas las hojas que caen de los árboles, amarillas, marrones, y hasta algunas que no quieren esperar a envejecer y se desprenden de las ramas aún estando verdes, inmaduras. Que distinto que se ve todo. Será el café, tanto café, no milk, two sugars, please. Que linda música, I'm looking through you, where did you go?
 Y que lindo volver a leer. Palabras, palabras, palabras. Cortázar en inglés es muy raro, faltan ches, vos, laputaqueteparió, y las cosas son tan. Pero en la biblioteca solo hay uno de Julio, y la librería que está de liquidación no tiene ninguno, ni uno ¿podés creer? Extrañaba a mi escritor favorito y los que me traje a esta isla ya los leí, lo necesitaba, a Jules, lo necesitaba leer, a ese cronopio, ese enormísimo cronopio, axolotl que pega la cara contra el vidrio del acuario y piensa como un humano, pero es un axolotl.
  Un año pensando y me cansé, basta de pensar. Basta, basta que hace mal.