jueves, 5 de noviembre de 2009

También hay ríos metafísicos.




 Como escribí en otro de mis textos, (posts, llamalo como quieras) explicarme, explicar los abstractos pensamientos que invaden esta cabecita mía me resulta un trabajo pesado. Pero a veces no queda otra, porque así nomás la gente, no sé, ustedes quizá, no van a entender todo mi nonsenerío. 
  Esta vez vengo a explicar lo cortazariano que resulta todo lo que escribo. Tampoco me voy a halagar, porque nada que ver lo que escribo con la genialidad de Julio, nada, pero la similitud está y tiene su razón.
 La cuestión es la que sigue: no es que yo le plagie a él, es que él me plagia los pensamientos. Resulta que yo estoy pensando en una cosa, lo que sea, abro un libro de Jules y ¡zas! eso mismo que pensaba mas temprano o en el mismísimo momento en que abro el libro se encuentra impreso en la página 93, o 55, o 113 de la edición de Alfaguara o de Alianza Editorial. Por poner un ejemplo, un domingo me subo en el metro (subte, tube, underground, subway) y empiezo a sentir olor a menta o a pis, y dejá que pasen algunas palabras u oraciones que Polanco dice (¿era Polanco?) ''Este subte huele a menta'' u Oliveira piensa ''...lo único que me va salvando es el olor a pis de este chico''. O como la otra tarde que iba en un tren hasta la estación South Quay, abro Rayuela para empezar a leer el capítulo uno y ya en la segunda oración me choco de lleno con un arco que da a Quai de Conti. Cosas así.
  Y es que pasan todo el tiempo, y no puede ser, che. Como si fuera poco el tipo hablaba de esas casualidades tan a menudo como me suceden a mi con sus libros, como en las primeras lineas de 62/Modelo para armar en el que Juan abre un libro en cualquier página y justo el comensal gordo pide un castillo sangriento. Ese tipo de cosas.

 Y claro, yo no me quiero poner reiterativa o rompepelotas con el tema Cortázar, pero es que me sigue desde que leí ''La Isla al medidía'' aquel otoño hace seis años. Me sigue y me topo con un libro que no había leído antes y resulta que todo lo que dice o la mayoría de lo que dice es básicamente lo que yo pienso y creo.  Es como si, no sé, vieron que digo que no me sé explicar... entonces encuentro en la obra de Cortázar todos mis pensamientos explicados. Es maravilloso.

  Y tengo empiricamente comprobado que de cada libro de él que leo, salen de mi entre cuatro y seis textos legibles. Lo que es bueno, pero temo caer en el plagio.
 Así que ustedes, por favor, diganmé, seanmé sinceros y haganmeló saber si ven entre lo que escribo, demasiado, demasiado Cortázar...